07 enero 2012

La Casa tomada








Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda a infancia.

Julio Cortázar

29 diciembre 2011

El gato zombie




Está sobre la mesa, oliendo mi lápiz, oliendo,
mi dedo
¡Largo!
Pero se sienta sobre los libros calientes
y juega
Ahora sus pelos se esparcen,
probablemente me causen algún mal
más adelante
morir de pelos
morir de gato
morir
simplemente morir,
¿qué importa?

***

26 diciembre 2011

Navidad











*
ummm
qué es la navidad
ummm...
para mí
...
diablos
no se qué podría decir de la navidad
Guillermo Grillo

Este día debe ser definido como la navidad pre-apocalíptica.
Elsi Bustamante

23 diciembre 2011

No sé


Esto no es poema, esto es solo
un no sé
Tristevagoysoloeso.
Un no sé.
Y sin embargo me pregunto a cada instante
entre arcadas, hipo y bostezos

¿Qué es esto,
qué rayos es esto,
qué benditos rayos son estos
que nos alumbran
que nos apagan
y que a veces, a veces
y solo a veces
nos queman
la entraña?
¿Qué  es?
¿Lo ves? siempre dices lo mismo.
No sé.
Eso. No sé.
Ya no me  preguntes.

21 diciembre 2011

Crisis navideña



Hoy Miércoles 21 de diciembre, miro la pantalla con nostalgia y otros sentimientos indescriptibles y no digitables, ayer un virus atacó el ordenador y eso fue como perder el aire por cinco minutos, hoy, felizmente, no veo las rallitas negras que ayer me impedían contemplar en pantalla completa las fotos de Carlos Gardel. Son las 12:14 y me entretengo leyendo este libro: Los tenebrosos de Donald Curtis.
Muy buena narrativa que te llena de intriga desde la primera página. Lo rescaté hace mucho en la biblioteca de una amiga que se mudaba y que quería deshacerse como sea de cosas viejas. Este es uno de los pocos libros que salvé, los otros pertenecen a autores tradicionales como Julio Verne y Alexandre Dumas. También  rescaté (aunque sin querer queriendo) una guía sobre quehaceres (cómo reparar esto o lo otro) y demás vainas por el estilo( es que ella estaba a punto de casarse)...

***

Noticia de último momento: Un amigo mío conoció al poeta argentino Andrés Neuman en el Festival Eñe del C.C. de España. ¿En dónde cuernos estabas que no te diste una vuelta por ahí? Cielos, es una mañana de sorpresas, poesía y arrepentimientos, golpes de pecho, etcétera. Supongo que es la época navideña la que me incita a hacer este tipo de análisis, balances y denuncias.
Creo que es todo, me voy. Regreso el 24.
Pd: Al próximo festival  no falto. Adieu.

18 diciembre 2011

Preguntas y más preguntas


¿Para qué versos?  para qué rimas, para qué qué.
Yo solo escribo porque sí, porque la gana  me da y yo,
yo solo cedo a los dedos,
al deseo de letras inmundas y sin gracia,
palabras que no me satisfacen y estrofas
que me ahogan de culpa,
cada mañana.
¿Para qué la estrofa, para qué,
para qué deseos de una rítmica que nunca asoma
que nunca llega
que nunca alcanzas?
Son solo simples y vagos deseos perdidos en la sombra
los que me acompañan.
¿Para qué esperar  la medianoche,
para qué esperar siquiera a la mañana
para escribir y ser feliz,
estúpidamente feliz
si ahora mismo, ahora,
puedo serlo de mil maneras distintas,
y como me dé la gana?
-Porque no puedo, porque deseo
yo solo deseo
 leerte una vez más
y leerte nuevamente
para justificar todo, absolutamente todo,
con la mirada
y decir, simplemente decir:
escribo por eso
por eso escribo
para darte las gracias.

16 diciembre 2011

Viernes


Me propongo escribir un poema, pero me salen hormigas. Quisiera que fuera espuma como en Vallejo, pero no. Eielson me acompaña ahora. He leído algunos versos y lo he mirado fijamente en la pantalla, con sus arrugas y esos ojos viejos,  he tratado de imaginar qué cosa escribiría él si estuviera ahora en mi lugar.
-Las hormigas también son poetas, las hormigas también escriben, escribe y no le jodas más a la melancolía. Escribe y deja de mirarme muchacha.
-No, no quiero. Necesito admirarte. Soy feliz mientras te leo, mientras todos se ocupan de sus cosas y yo estoy aquí contigo, hablando con un muerto, con un muerto que amo. Amo a los muertos, no quiero irme, no quiero dejar de leerte, necesito un poema y seré feliz. Necesito leerte para ser feliz y creo que  es contradictorio esto último, porque los poemas te hacen triste. Pero ya no puedo  huir de ellos, es adictivo. Cualquier verso es dulce, cualquier verso duele, cualquier dolor es verso, el dolor es verso si lo escribes. Amo el verso. El mortífero y doloroso verso.
Me voy a estudiar.

Lo que quiero decir
Es que no tengo nada que decir
Que todo lo que digo
Lo digo solamente
Solamente lo digo
Sin decir nada
Que mis palabras son fragmentos
Balbuceos de una frase oscura
Migajas de una vieja historia (...)
J.E. Eielson.

14 diciembre 2011

Jorge Eduardo Eielson


ALBERGO DEL SOLE
Un día tú, un día
abrirás esa puerta y me verás dormido
con una chispa azul en el perfil
y verás también mi corazón
y mi camisa de alas blancas
pidiendo auxilio en el balcón
y verás además
verás un catre de hierro
junto a una silla de paja
y a una mesa de madera
pero sobre todo
verás un trapo inmundo
en lugar de mi alegría
comprenderás entonces
cuánto te amaba
y por qué durante siglos
miraba esa puerta y dibujaba
dibujaba y miraba esa puerta
y dibujaba nuevamente
con gran cuidado
comprenderás además
por qué todas las noches sobre mi piel cansada
entre mil signos de oro
y tatuajes y arrugas majestuosas
me hacía llorar sobre todo
una cicatriz que decía:
Yo te adoro yo te adoro yo te adoro.

13 diciembre 2011

Gracias por contarme tu historia



Siendo la vida como es, uno sueña con vengarse.
Paul Gaugin

Ahora entiendo por qué no quieres despertar ...

Un amigo mío me contó su vida de un solo golpe, ya entendí el porqué de ese afán por quedarse pegado como un chicle a las sábanas.
Él es un tipo genial, que escribe genial y piensa genial. Lamentablemente no tiene blog por falta de tiempo(según él mismo dijo).
Bueno, puedo confesar que gracias a esa historia lo admiré más y le prometí leerlo siempre. He conocido a personas grandiosas y de todas he aprendido algo, y ésta no es la excepción. También tengo que confesar que cada vez que lo leo o hablo con él termino ebriamente loca o ebriamente feliz. Sí, feliz. Creo que ese es su oficio, hacer feliz a otros, ayudarlos en qué sé yo, en todo lo que pueda ayudar.
No sé qué más decir, gracias por contarme tu historia, gracias por escribir.

09 diciembre 2011

Hace tres meses, en La casona de los cuatro siglos


Brenda Roxana

Ella

Un amigo mío me habló mucho de los protagonistas, me dijo que los personajes me encantarían. Hay que comprar el libro, hay que conocer a sus personajes, hay que darle la razón a Álvaro.
El Escenario: una muchacha con un billete en el bolsillo, un solo billete y dos libros que desea con excitada pasión. Rayuela vs. El señor de las moscas, el corazón vs.  la psicología criminal. Ella debió elegir lo segundo, pero se deja llevar por los consejos de un voraz lector. Rayuela le inspira más confianza, ella cree que disfrutará más este libro. Después de una lucha consigo misma, de meditación rápida y reproches  por no haber llevado más dinero, elige a Julio Cortázar. William Golding perdió la batalla, pero solo por ese día, mientras tanto  seguiría compitiendo con tantos otros autores para así ser elegido de entre las multitudes papeleras  y al fin descansar en una biblioteca casera. Ella ( ocupándose de su mochila: no cerraba de lo llena que estaba) le alcanza el billete a Brenda  para que efectúe el pago, mientras ella hojea el libro viejo. Es una edición de Oveja Negra, 1984. Las hojas son semi amarillas y huelen a polilla, a insecto. Tiene una ligera sospecha( por no decir plena certeza ¬¬ ): su adquisición es muy sensible, tiene que tratarla cuidadosamente pues lleva encima el peso de los ojos que leyeron sus páginas antes, y de las manos, del cuidado o descuido de sus ex dueños. Brenda  acaba de pagarle al vendedor y ahora avista en un estante, a lo lejos, a Quino y a Mafalda, el mundo se detiene  para que ella contemple extasiada aquel ejemplar. Se acerca sutilmente, un poco más, más, ya está ahí,  está ahora siendo absorbida por las viñetas, absolutamente concentrada; si en ese momento Ella le hubiera dicho algo, probablemente la hubiera mandado a volar, tal vez le respondía de la reverenda forma, como Mafalda, chi lo sa, quién sabe, Brenda también es lista, es muy lista.
Son casi las tres de la tarde y no han almorzado, ya están acostumbradas, pero Úlcsura Malamuerte( revisar post del 24/nov/11 para un mejor análisis) se hace presente y empieza a sonar y a doler.
- ¿Hay algo ahí? No.  Sí, un inmenso hueco que crece a segundos por minuto. Un diabólico dolor y unas ganas compulsivas de llevarse algo a la boca. ¡Merde! es ella: la úlcera gástrica, la úlcera mental.
-Es hora de irnos Brenda.
- Sí vamos.  Y cómo para fortalecer su decisión, piensa en voz alta y le dice a ella: Quiero ese libro, mañana regresaré por él.
Ella comprende esas palabras, es lo que ocurre cuando tienes que decir algo a otros para estar más seguro de lo que piensas, como si ellos te estuvieran juzgando o preguntando.
Caminan por la amplia pista que sale del frontis de Derecho. Pista, autos estacionados, un tipo haciendo piruetas, o bailando break dance, probablemente haciendo ejercicios, aunque no parezca. El sol muriendo, lejano; la tarde naciendo y el viento, soplando débil. Feria del libro viejo al fondo. Feria del libro viejo y bello al fondo. Ejemplares que ya fueron amados y llorados por otros, libros de segunda mano a precios rebajados. Maestros chequeando ediciones antiguas, comprándolas antes de que algún avispado alumno se las arrebate. Baquianos discutiendo con los vendedores, probablemente haciendo pedidos. Un perro husmeando el bolso de una vieja mujer,  el compañero del animalito llamándole la atención. Perrito visitante. Visitantes de otras universidades y pipiolas inexpertas comprando literatura juvenil.
Es todo, están fuera. Cruzan la peligrosa pista (es un problema, se usa solo para un sentido direccional)
En el paradero de  La  casona conversan, ríen un poco, miran a lo lejos a estudiantes que salen, que entran, el tráfico humano, hasta que el bus de Brenda Roxana llega. Ella se queda sola nuevamente, pero inmediatamente viene el suyo y se marcha deseando regresar por William Golding, deseando tener en sus manos también ese libro: Lord of the flies.
En el bus el panorama es el mismo: música, a veces noticias, programas radiales aburridos, niños antipáticos fastidiando a sus madres, seres inescrupulosos sentados en los asientos reservados, ancianos de pie, otros con más suerte y con más apariencia de ancianos felizmente sentados, dos puertas, sube y baja. A ella le gusta viajar  en  buses grandes, hay más espacio y no te sientes observado, no mucho. Hay más asientos, más ventanas. Ahh, la ventana, ese maravilloso catalejo gigante por el que miras la vida de la gente que pasa y a la que no conoces, la vida de los urbícolas, de  los terrícolas. Ella también es terrícola, a ella también  han observado otros viajeros(as)
Esta vez no quiero mirar a través los vidrios, esta vez hay un libro que debe ser leído.
Ya en el bus, después de leer el Tablero de Dirección diseñado por Julio  para que los lectores no se pierdan entre líneas y puedan leer correctamente, ella encuentra lo siguiente:
Y animado de ser particularmente útil a la juventud, y de contribuir a la reforma de las costumbres en general, he formado la presente colección de máximas, consejos y preceptos que son la base de aquella moral universal, que es tan proporcionada a la felicidad espiritual y temporal de todos los hombres de cualquier edad, estado y condición que sean...
-La “Juventud”, piensa. La moral. Me han acusado de tener doble moral, ahora que recuerdo. En algún momento esas palabras me hirieron. En fin, leeré este libro de corrido…
Espíritu de la Biblia y moral universal, sacada del antiguo y nuevo testamento
Escrita en toscano por el abad Martini con las citas al pie:
Traducida en castellano
Por un clérigo Reglar de la congregación de san Cayetano de esta Corte.
Con licencia.
Madrid: Por Aznar, 1797.
Más adelante hay un pequeño texto, César Bruto: Lo que me gustaría ser a mí si no fuera lo que soy
Luego empieza.
***
Al día siguiente después de clases, Brenda Roxana y ella regresan a la feria. Dan muchas vueltas, Brenda Roxana ya encontró a Quino y ahora es suyo, bueno, el libro. Pero El señor de las moscas ya no está, simplemente la mosca se fue volando y el señor, pues, quién sabe dónde esté. Más vueltas y  más vueltas, como águilas u otra rapiña rodeando la presa muerta. Esta no es una Feria del libro común, con un stand repleto de los mismos textos, es una Feria de libros viejos y por lo tanto los hay dispersos y en cantidades desiguales. Rayos, adiós querida mosca y su señor, espero algún día volver a verte, sin duda te buscaré, sin duda te encontraré.  En fin, no sería difícil encontrar aquel libro en algún otro lugar.
-Ella: está bien, es hora de irse. ¿Nos vamos Brenda?
-Adiós Eduardo, adiós.
1) Nombre: Eduardo
2) Edad: 17
3) Obsesiones: Eielson
4) ¿Qué hacía ahí?:  3
Brenda lleva la felicidad del niño que recibió un caramelo, es que le encanta Quino. Se despide de Eduardo y nuevamente el escenario del principio: el break dancer sigue ahí, repasando unos movimientos imposibles, ahora lo acompaña una chica, parece ser igual de ágil, la tarde, las tres p.m., la úlcera, el hambre, el hambre de Golding, de pastel, de Lord of flies.
Otra caminata más. Dejamos atrás a Eduardo y a los libros viejos, a los vendedores, a los baquianos y a los pipiolos…a la mosca y a su señor. Ese fue el día en el que La Feria del Libro viejo llegó a La casona, nos dejó con ganas de más, nos estafó un poco con libros aparentemente baratos.  Yo compré Rayuela y dejé  otros libros que me encantaría haber comprado, pero ya lo haré, pronto, pronto, porque esa feria siempre regresa, siempre.  Regresa como Horacio, como La Maga, como Talita, como Traveler, como Ossip Gregorovius, como Babs, regresa como cada personaje, como cada historia que de pronto uno recuerda, así, sin más ni más, sin querer queriendo.

06 diciembre 2011

Resumir los últimos cinco minutos o sencillamente resumir lo que se va, lo que se viene y lo que se queda


Leo a Washington Delgado y me deja así, con más ganas de poemas suyos; lo exploro, leo y digo: qué gran poeta. Me recuerda a otro joven y buen poeta llamado Martín Zúñiga, contemporáneo, (también cuzqueño como W. Delgado) ganador del premio Copé plata 2010 de poesía si no me equivoco. Leo durante mis últimos días libres para buscar  poetas y buscar poemas, leo mientras estudio, mientras espero a que empiece el verano y con él, más clases, más fatiga, leo mientras puedo, mientras espero a que llegue la navidad.
SIMPLE MEMORIA
Tú eres así: ausencia,
alta espuma de sombras,
costumbre dominada del árbol y la estrella.
Tú eres así: Todo lo tuyo olvido.
Olvido tu materia
de mar y enredaderas,
tu voz compacta y leve,
tu mirada invadida por las sombras,
por ternuras, y tu cálido abrazo.
Todo lo tuyo olvido para que permanezcas
vacía en mi recuerdo.
Formas de tu ausencia, Lima 1956

05 diciembre 2011

Tu silencioso retorno

El silencio es delicia.
Es delicia cuando las voces se extinguen como te extingues tú
dejándome tu olor a rosa
dejándome así,  hecha un pedazo de carne seca,
mordiendo las sábanas con los dientes
o mordiendo, simplemente mordiendo el aire.
Es delicia el silencio cuando viene de ti,
cuando  callas y no dices nada o dices poco
suaves balbuceos y eres tú nuevamente
y eres todo tú con tus interjecciones
con tus ojos mirando la nada
o mirando, simplemente mirando al cielo
para contar las estrellas
y hundirte, luego, en tu calma
esa calma de tumba que a veces me asusta
y tu olor a café que siempre me espanta,
pero vuelvo aquí y es mi café
es El café servido para una noche en vela escribiendo,
escribiéndote.

Es delicia el silencio cuando huele a ti  el aire,
cuando huele y no huele,
cuando soy yo nuevamente imaginando,
imaginándote,
oliendo tu falso cuello, tu falsa presencia,
cuando es noche, cuando eres tú, cuando somos
tristes y vagas siluetas,
en la inmensidad nocturna.
Cuando somos
suaves voces abrazadas en la niebla.
Es delicia el silencio cuando viene de ti, cuando callas.
Es delicia el silencio, es simplemente delicia cuando te vas y regresas.

03 diciembre 2011

A veces me siento así

 (...)
Por el exceso de trabajo, a veces
Veo formas extrañas en el aire,

Oigo carreras locas,
Risas, conversaciones criminales.
Observad estas manos
Y estas mejillas blancas de cadáver,
Estos escasos pelos que me quedan.
¡Estas negras arrugas infernales!
Sin embargo yo fui tal como ustedes,
Joven, lleno de bellos ideales
Soñé fundiendo el cobre
Y limando las caras del diamante:
Aquí me tienen hoy
Detrás de este mesón inconfortable
Embrutecido por el sonsonete
De las quinientas horas semanales.

Nicanor Parra, AUTORRETRATO

29 noviembre 2011

El pucho prohibido, el pucho de verano


 Un pucho gigante en tierras arequipeñas, 2010.
  
Este hermoso y sugerente escenario lo capté, sin darme la menor cuenta, en tierras arequipeñas. Nuevamente las señales de la madre tierra.
Bueno, con esto corrijo mis palabras(las de ayer) sofocadas y no meditadas, sobre la libertad y lo liberal.
Pero ya saben, el pucho prohibidoo, el pucho de verano, lo tiene que disfrutar solos o acompañados.

24 noviembre 2011

Úlcsura: vives en el recuerdo de mis entrañas

Dentro algo rebota, en el vientre, en el ombligo
late fuerte como un corazón taquicárdico
que explota
que se sale
que se mete
y se queda así por largo rato.
Va y viene la masa sin nombre
sin cuerpo
sin casa
ahora profanando
la panza
de una ebria que descansa
sobre la alfombra de piel, amando
una historia, otra historia, otra más
No es masa es hueco
no rebota cruje
y horada la carne
hasta donde alcance y más
hasta retorcijones y aullidos de perro
hambriento
sediento
que muere desparramado
dormido o desmayado
de dolor.
Es la señorita Úlcsura Malamuerte.
Y la conocí un día loco
como ella y su cabello
bajo la sombra de un árbol viejo
tomando vino añejo
y el sol opaco bello
muriendo poco a poco
en la inmensa tarde que revive
cuando el rojo muere y ella vuelve
a iluminar regresa, la panza envuelve
y luz, luz, luz recibe.
La asesina hermosa, de fina silueta
en la noche oscura se llevó mi dedo

mis manos
mis intestinos
y dejé de vivir para mí.
Y más que luz no sé qué más
¿qué puede ser?
también mi placer,
sabores, gustos
que ya no siento
Y no puedo con ella.
Y no la quise
 y no la quiero.
La odio.
¡Vete Úlcura! ¡Vete que muero!

22 noviembre 2011

Manuel Morales




TESTIMONIO PARA RECORDAR A UN GRAN AMOR

 amar a una pequeña burguesa
es amar la soledad
C.V.

Y fue entonces que escuchamos La voz
“Tu amor se consumará
sobre las hojas secas
y el otoño. Y tu amor no será vil.”
Y así anduvimos miles y millones de años
prendidos y resplandecientes
rodeados de mitos
 bajo una nebulosa de signos cabalísticos / aún pudimos observar
 la destrucción del mundo desde la claraboya.
 En algunos lugares la yerba
 era esbelta como un salmo
y los hombres animales tranquilos
concientizados por los astros /
 la naturaleza.
 Otras veces la noche nos empujaba
 hacia el suicidio colectivo
 y yo recogía piedrecillas del mar
 tratando de ahuyentar la visión de los campos devastados
 del Viet-Nam
  
 los cuerpos mutilados/
  las almas mutiladas /
                            y ese maldito olor a mierda de la guerra.
 Y siempre escuchábamos La voz.
 A veces después de estar años tras años
enterrando muertos
nos deteníamos junto al río para hacer el amor
    sembrar algunas flores
 para leer concretamente al viejo Ezra Pound.
 Entonces yo gateaba hacia tus pies
besaba tus rodillas
 tus muslos como un árbol de miel
y esa rosa perfumada desde donde sale
la vida. Y era un niño / júbilo & gozo /
acariciando y mordiendo tu pezones
 como el labriego acaricia y hunde su pala en la tierra. Después
 era el perrito husmeando las posaderas de su hembra
 hasta culminarte regada por la savia infinita del amor.
 Y me mirabas mucho
 porque nuestra desnudez era más radiante
que la revelación mosaica
y que todas las higueras que un día se prendieron
sobre el mundo
aún cuando la nieve era azul y el viento
un caballo ronco.
    Un día escuchamos La voz con mayor intensidad.
               Fue algunos meses después de que encontramos
 fresas silvestres y vimos por primera vez
 a una pareja de pájaros haciendo el amor
 sobre la rama de un gran árbol de manzano. Y los campos
 que eran amargos
 y las hojas
 y los frutos
y el viento
amargos
cambiaron porque en sus entrañas algo crecía
como el trigo en un campo bueno
  como la luz cuando los polluelos rompen el huevo
 y respiran la belleza del aire
 y del sonido.
Sólo que súbita La voz se extinguió.
Y lo que hubo de brotar sólo fue pasto muerto.
 Y era como intentar encontrar la identidad de las cosas
 cuando la oscuridad y el planeta
nos avientan cuestionados
 a pudrirnos de hastío en una permanente soledad.
Y lo que hubo de brotar sólo fue sangre muerta.
 Y desde entonces cuando la cólera se irguió
sobre mi frente
al volver después de enterrar a nuestro hijo
durante III años
lloramos juntos y bebimos
como nunca lo habíamos hecho.
 Y comprendí finalmente que la había amado mucho
 y que en tan poco tiempo habíamos envejecido juntos.
 Y decidimos separarnos para siempre.
          Para siempre.

Y nuestro amor fue vil.