¿Me cuentas una historia?
-Cómo no, te contaré la historia de mi vida.
Yo nací, crecí y viví amando soñar. Dormir. Dormir para no morir viviendo. La única frustación de mi alma era escribir y mi consuelo, leer. La músicalidad del silencio que dominaba en mi habitación cada noche seducía a mis manos y éstas dibujaban, por instinto, extrañas figuras. Interpretaba el sentido de ellas y las ideas más descabelladas que puedes imaginar son nada comparado a lo que yo creía ver. Aplausos, muchos aplausos, eres un genio. Claro que soy un genio y mucho más: soy un hombre. Nietzsche siempre estuvo presente en mi vida.
Y entonces una liviana sensación de impotencia, porque quisieras escribir tanto, pero las palabras se te escapan, las letras huyen de las hojas , se confunden con maldiciones y caes en la estúpida depresión sin sentido. Estoy loco o talvez no. Estoy triste , mis libros continúan ahí y el polvo ya cubrió mi nombre. ¿Quién recuerda ahora al autor? Solo mi corazón recuerda que casi se despedaza cuando creyó haber mutado algo magnífico. No sé si es un sueño, pero quiero imaginar que lo es porque la vida es muerte ahora mientras duermo y yo que creía vivir, es ilógico a veces, pero es lo que pensé conocer, en fin, estoy muerto o talvez no , y la musicalidad del silencio fue reeplazada por la turbadora sonatina que tu boca me repite cada noche antes de mis pesadillas habituales, es mejor así a veces, porque me seduce y me tranquiliza, aunque no será así por s...ESTA HISTORIA CONTINUARÁ...
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