23 marzo 2011

Estamos locos I



Hay una demencia vomitada de los infiernos y otra que mana positivamente de la locura.
Erasmo de Rotterdam.

A mi amiga Elsi le gustaba que yo haga muecas parecidas a las que hace el hombre del comercial de ¨BISMUTOL¨. Yo no le hacía caso en estas sugerencias, pero creo que inconscientemente hacía gestos parecidos. Yo ni me daba cuenta de que los hacía porque eran , para mí, reacciones esponténeas a estímulos cotidianos, pero Elsi sí los notaba y quiza le gustaba, creo que sí, porque después de un tiempo,inconscientemente, dejé de hacerlos y ella me reclamó que los volviera hacer.
-¿Qué?, le dije.
-Sí, antes tú hacías gestos como ese hombre, ese que aparece en el comercial de un jarabe para problemas estomacales, Bismutol.
-Oye yo no hago esos gestos!
-Sí, tú...y blablabla.
Obviamente no era consciente de que los hacía porque eran respuestas a estímulos cotidianos, como ya dije anteriormente.
Quizá ni los hacía, quizá ella los semejaba mucho a ese hombre porque Elsi también está loca, como yo.
Estamos locas porque nos han dicho que estamos locas y porque también nos hemos dado cuenta de lo locas que estamos y porque quizá no estamos totalmente locas sino semilocas o semialucinadas o somos semidiferentes. En fin, Elsi y yo somos dos chanchos voladores, somos dos tortugas celestes, somos dos en un mundo para miles o para uno, no lo sé...
Pero como dos soles no pueden brillar en el mismo horizonte Elsi  y yo nos separamos un día-no para siempre-,salimos del tibio abrigo de un nido de pollos, ahhh,pero qué felicidad fue salir de ese antro.
(En realidad era un colegio)
Oh cielos mejor no me voy por las ramas de nuestras accidentadas experiencias juveniles porque terminaremos en otra historia...

2 comentarios:

  1. Talvez debí quedarme en ese antro dos años más, pero quien sabe que podría haberme pasado.
    Que filosófica la primera parte jeje
    No lo borres!

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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