25 noviembre 2010

HOMO INSAPIENS



El embrutecido ser humano, víctima de los efectos televisivo-adictivo, muy nocivos, y esclavo de múltiples vicios, vive familiarizado con todo lo culturalmente degradante (por costumbre vivencial).Se alimenta de basura y a su vez la expulsa de su contaminado organismo. Contaminándose y contaminando, embruteciéndose y embruteciendo a los demás.
Lo cotidiano para él es  es  seguir siendo víctima y empezar a ser victimario de muchos otros
“Homo” que día tras día caen en las redecillas de la barata prensa amarilla, a la que no le importa lo que da sino lo que recibe: muchos compradores de burda información a costa de mentes distorsionadas y cada vez más vacías.
El “Homo” está cambiando, pero no ha empezado un ciclo evolutivo sino más bien uno de degradación.
Por eso ya no sé si debe llamársele Homo sapiens.
Tal vez  “homo”, pero lo subsiguiente será desde ahora un gran misterio.
Mi alienofobia  me impide caer en ese tipo de corrientes  atrofiantes  del SER, felizmente. Por ello no es necesario, aún, que destruya mi televisor para evitar percibir y caer en  aquello totalmente hosco para la cultura: La impureza informativa.
Sé que debe haber una generación que repudie toda esta alienación. También sé que existe una generación víctima de lo absurdo de la TV y demás medios.
El motivo del salvaje y poco apropiado modo de actuar, hablar, pensar, etc., del ser humano es su atrofia conductual propia de países como el nuestro donde la cultura (sin armas de guerra) día tras día pelea batallas contra agentes secretos con armamento muy avanzado tecnológicamente y  repartidores de películas, música, revistas y todo tipo de información nada buena.






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